viernes, 25 de enero de 2013

POLAROIDS MUSICALES: Radiohead

Columna quincenal publicada en Esquisses.
Viernes 25 de enero del 2013.
Reeditada


Hey, Subterranean Homesick Alien: "Just do it to yourself, then go to sleep and get back under if you think this is over...


Sin música, sólo estamos destinados a malgastar instantes y a pregonar recuerdos sin sentido ni gloria. El encanto del poder en la música, es la resultante de una ecuación con muchísimas variantes. Sombras difusas y tempestades oscuras nos perseguirán hasta el delirio –con su memoria de días, años, megabytes y beats por minuto– en lo más profundo de nuestros corazones.

Para mí, la música es el mejor refugio para atesorar cualquier cosa, desde un recuerdo específico hasta un sentimiento. Radiohead, en este sentido –esa banda inglesa de la que tanto he hablado a través de los años en mi literatura–, siempre ha sido un muelle para anclar determinantes por mucho tiempo. Y hoy, a finales de enero y a punto de romperme los puños con la vida, decido escribirle una especie de homenaje a estos cinco ingleses en mi nuevo espacio musical de EsquissesUn sitio de periodismo web, comprometido con la visibilización del contenido cultural contemporáneo, y dirigido por periodistas y escritores de buena intención.

Mi crónica de Radiohead (que es con la que inauguro este espacio), es una crónica hipertextual que involucra y contiene muchos elementos: links, screenshots, recomendaciones, videos, anécdotas, estatus de Facebook, Tuits, fragmentos de libro, etc. En todo caso, es mi manera de hacer periodismo. Un periodismo despojado de todo convencionalismo y lleno de experimentación contenida en imágenes; las cuales asocio con palabras y sonidos, que irremediablemente se asocian con instantes y otro sinfín de estimulantes auditivos.

En sí, un poco de verborrea literaria para amalgamarnos bien. Como se debe.

Espero se la disfruten. Más adelante ahondaré en otro tipo de reseña sobre estos alienígenas que me llevaron a su galaxia hace más de veinte años, con sus ilustraciones musicales y esos proyectos alternos que tanto nos encantan. Hay mucha tela por cortar sobre estos musicazos. Qué lujo haber coincidido en esta era.



INSIGHT 1

Era diciembre de 1995. Mi viejo solía regalarnos dinero para Navidad. Para él era más fácil que compráramos lo que quisiéramos, a tener que estar buscando, impacientemente, regalos torpes en los centros comerciales atestados de gente y cancioncitas navideñas. Recuerdo que en esos años el grunge era mi universo. Yo era un adolescente "rebelde". Tenía dos aretes, vestía botas Rhino y pantalones rotos. Ya pensaba en hacerme mi primer tatuaje, me gustaba leer a Nietzsche y a los simbolistas franceses. Veía muchos videos musicales por cable (cuando valía la pena ver MTV) y ya me sabía de memoria las canciones, de por lo menos 5 de los mejores discos de los 90’s: Ten de Pearl Jam, Nevermind de Nirvana, Purple de los Stone, Mellon Collie... de Smashing y The Bends de Radiohead. Este último, lo tenía grabado en uno de esos casetes Maxel de cromo. Lo regresaba, lo adelantaba, y hasta estoy seguro, que mi vieja ya estaba harta de escuchar "esa música rara" todo el día.

Recuerdo el año, porque ese año tuve un accidente y muchas cosas cambiaron. También recuerdo que compré varios cedés para usarlos en el aparato nuevo de la casa. De todos los discos, los que definitivamente me cambiaron el panorama de la música fueron dos: Re de Café Tacvba y Pablo Honey de Radiohead (este último sobre todo, porque me impactó el nombre). Quiero decir: ¿Cómo era posible que una banda inglesa le pusiera mi nombre a un disco, y además, le añadiera la palabra Miel? Me encantó. Sentí una conexión inmediata con la banda. Sentí que de alguna manera estábamos conectados. Hasta por un momento pensé que el niño de la portada podría ser yo en una vida paralela. Vaya iluso, puro fan romántico y obsesivo de otro tiempo.

Así. Salí emocionado de la tienda de discos. Llegué a mi casa en bus. La 40 R. Caminé rápidamente para llegar lo antes posible y corrí hacia el reproductor de cedés. Abrí el disco con ansias. Los sonidos de Greenwood y O’Brien me dejaron quieto. Desde la primer canción del disco (You) hasta las más melódicas (Stop whispering, Lurgee, I can’t y Vegetable), pasando por las estridentes (Blow out, Ripcord, Prove yourself y How do you?) me dejaron un buen sabor de boca. Estaba frente a una banda impresionante. Una especie de alquimistas locos con instrumentos musicales. Sentía toda una sensación de adrenalina al escuchar la batería de Selway mezclada con la sutil voz de Yorke, y el wall-of-sound, en algunas de las canciones más impulsivas. Me emocionó mucho haber comprado el disco. Tuve esa sensación de montaña rusa y levitación salvaje. Todas las canciones eran una joya, incluso la clásica Creep y Thinking about you. De todas, quizá, la que más me impactó fue Anyone can play guitar. Escuchar a Yorke cantar con toda la certeza del universo: “I wanna be, wanna be, wanna be Jim Morrison”, me sacó muchas complicidad, porque justamente, sin mentirles, estaba leyendo No one here gets out alive (la biografía de J.M.).

Después de ese disco, me he vuelto un peregrino de su música. Todos los discos me parecen fascinantes, en especial In rainbows y Kid A. Creo que Radiohead es la banda de mi generación. Una generación expuesta a los cambios de la era tecnólogica, la llegada de los teléfonos celulares, los devedés, el iPod, las cámaras digitales, los plasmas, el software personificado, las redes sociales, el internet, la globalización en su estado más grosero, el libre acceso a la información, la piratería, el consumismo masivo, la personalización de los productos de compra, etc. Todo esto, me hace pensar en el registro que todo músico hace de su época minuciosamente. The Beatles, The Rolling Stones, The Doors, Led Zeppelin, Pink Floyd, Joplin, Hendrix y tantos más impregnando el mundo de liberación sexual, drogas sicotrópicas, viajes oníricos y tanto abstraccionismo. Por otra parte, la rebeldía de una época de rupturas iconoclastas: The Clash, Iggy Pop, Sex Pistols, Ramones, Blondie, The Misfits, Dead Kennedys, The Jam, etc. La apatía y la desacralización colectiva y la era etérea: The Cure, Joy Division, Depeche Mode, The Sisters of Mercy, Siouxsie and the Banshees, Dead can dance, Bauhaus, Cocteau Twins. La juerga y las fiestas desenfrenadas: Curtis Mayfield, James Brown, KC and the Sunshine Band, Gloria Gaynor, The Bee Gees, etc.


En fin, la idea de la música como registro histórico y viceversa. Una especie de hipervínculo que lo conecta todo. Un libro abierto, con las páginas escribiéndose en cada acorde y cada beat. Por eso no es casualidad que Radiohead haya casi "regalado" su disco In Rainbows en octubre del 2007 al subirlo a la web para ser descargado por una cifra simbólica. Una muestra más de que la música es un objeto del deseo, y por lo tanto, le pertenece al público, no a los músicos o a los sellos discográficos con sus contratos multimillonarios y sus fines de lucro casi infinitos. Todo esto me hace pensar en una ruptura de los paradigmas convencionales de hacer las cosas. Sí, Radiohead fue de las primeras bandas que se levantó en contra de los contratos discográficos y a favor de la libre difusión musical en internet. Eso me sigue pareciendo admirable.

Y se evidencia, muchísimas cosas abruptas y arriesgadas para su época. Claramente lo podemos visualizar desde el mítico OK Computer o el ineludible Kid A, ambos con dos booklets de artistas excepcionales: Donwood y Rauschenberg. O la utilización de los primeros instrumentos electrónicos, conocidos como las Ondas Martenot, en su disco Amnesiac. También la grabación de un video desde el sótano de su ensayadero, para recibir el año nuevo del 2008 y regalárselo a los fans por medio de YouTube. En fin, la lista continúa y no podemos dejar a un lado a Hail to the Thief, ese disco olvidado por muchos del cual hay mucho de que hablar. Pero bueno, así podríamos seguir nombrando cosas particulares que tienen estos musicazos de Oxfordshire.

En mi caso, les comparto un experimento que hice con su música.



INSIGHT 2: Del libro SPAM (Vueltegato Editores, 2012, 2013), páginas 45-49


“El Postpunk Revival es mi género por excelencia de los últimos años. Digamos que el estruendo de sus acordes me provoca muchas cosas. Esa empatía viene por el Postpunk viejo (Joy Division, The Cure, The Smiths, etc.). Pero otro género que me gusta mucho es el Shoegaze y el Garage sicodélico, pero bien tocado. De ahí, que considero que somos grandes híbridos-eclécticos musicales. Bandas como A Flock of Seagulls, Siouxsie and The Banshees o Depeche Mode son imprescindibles. Pero también Placebo, Pearl Jam, Sonic Youth o Radiohead. Esta última la mejor banda contemporánea. En honor a ellos posteé esto en Facebook hace unas semanas:

QUERIDOS EXTRATERRESTRES: Si por alguna frecuencia interestelar reciben este mensaje y logran decodificar el lenguaje en el que estoy escribiendo, déjenme presentarles a la mejor banda contemporánea de nuestro Planeta Tierra, ubicado en el Sistema Solar de nuestra galaxia. La banda se llama RADIOHEAD y no, no es cumbia lo que tocan, tampoco es indierock. Es un género mucho más complejo que el lenguaje aún no puede describir. Así somos los humanos, complejos y siempre necesitados del lenguaje para comprendernos. Pero la música, oh la música.

Hasta luego, queridos extraterrestres”.


CABEZADERADIO

Imaginar un bosque de decibeles galácticos. Caminar a través de su horizontalidad perenne. Paso a paso. Alejarse de todo y desaparecer completamente. Escuchar el estruendo melódico de los beats por minuto y trepar un árbol sonoro. Buscar las estrellas, ese fulgor luminoso, esa nebulosa de acordes viscosos. Olvidar la vida, la muerte, el dolor y sus delirios constantes. Olvidar el cuerpo, el peso del cuerpo. Tierna alucinación bipolar y fantástica que prevalece mientras todo duerme. Todo crece. Todo se disipa. Todo se expande. No sé cuantas veces en mi vida, no sé cuántas horas Cabezaderadio me acopañó en madrugadas, noches, despertares, tristezas, viajes. Es la única banda que prevalece, el faro, el muelle al que me anclo cuando necesito empatía, ritmo, soledad, música de fondo. Es la única banda musical con la que hemos crecido juntos, desde el inocente Pablo Honey de 1992 hasta el conciso King of Limbs de 20 años después, pasando por todos los Lados B, rarezas, conciertos, videos y discos memorables, que son la espina dorsal del soundtrack de mi vida. Así, junto a Yorke, Selway, O’Brien y los hermanos Greenwood, somos una pandilla de extraterrestres a los que nos encanta el trance de la melodía. Y creo que somos muchos. Muchos más.  Hacer un ranking de mis discos favoritos sería inútil, pero acá están algunas de las canciones de Cabezaderadio que más escucho. Entre las primeras 3 por cada disco están:

Pablo Honey:
[Lurgee, Blow out, You]  Stop Whispering

The Bends:
[Fake Plastic Trees, High and dry, (Nice dream)]

OK Computer:
[Let down, Paranoid Android, No surprises]

Kid A:
[How to dissapear completely, Everything in it’s right place, Idioteque]

Amnesiac:
[Packt like sardines in a crushd tin box, I Might Be Wrong, Knives out]

Hail to the Thief:
(2+2=5, Go to sleep, Scatterbrain)

In Rainbows:
(Weird fishes/Arpeggi, House of cards, Reckoner)

In Rainbows 2:
(Go slowly, Last flowers, Up on the ladder)

The King of Limbs:
(Separator, Morning Mr Magpie, Lotus Flower)


INSIGHT 3: Cine

No hay duda que Björk, Ok Go y Radiohead son algunas de las bandas con mejores videoclips. También es cierto que las colaboraciones por parte de cineastas y artistas visuales han sido bien aprovechadas por estos músicos, al punto de que algunos no han querido cobrar gastos de dirección por tan sólo sentir el placer de crear al lado de los músicos. Algunos de los directores conocidos que han trabajado con la banda son Michel Gondry, Jamie Thraves, Jake Scott y Sophie Muller, quien tiene una larga carrera haciendo videoclips para bandas de todo el mundo.

 Después de haber visto todos los videoclips de Radiohead (más de 40) hasta en sus versiones alternativas, acá les comparto una lista de los 13 videos imprescindibles –que se me ocurren a criterio personal– para entender la influencia que esta banda ha tenido en la cultura del videoclip y en la sociedad actual.

Para ver los videos, hay que cliquear sobre el texto.

  1. Pop is dead, 1993
  2. Stop whispering, 1993
  3. Just, 1995
  4. High and dry, 1995
  5. Street spirit (fade out), 1996
  6. Karma Police, 1997
  7. Paranoid Android, 1997
  8. Non surprises, 1998
  9. Pyramid Song, 2001
  10. Knives out, 2001
  11. Go to sleep, 2003
  12. House of Cards, 2008:
  13. Lotus Flower, 2011

viernes, 4 de enero de 2013

BIENVENIDO 2013: No te olvidés de estas palabras...



Ya que es una moda congénita esta de andar proponiéndose metas y demás tonterías al inicio de cada año (que la mayoría de veces se nos olvidan al llegar al mes de febrero), les dejo cinco propósitos para este 2013 que recién inicia y que espera ser recorrido con ansias.
Hay nos vemos a fin de año, o en el transcurso de esta travesía, en medio de viajes, lecturas, presentaciones de libros, talleres literarios o donde sea necesario. "A hacer cosas memorables", se ha dicho. Vivir es cansado y monótono, pero también es delicioso si sabemos conjugarlo con los ingredientes-personas-instantes precisos. "Cada día es un regalo", hay que seguir esa premisa.


1. Aprovechá tu soledad.

Si vos estás sola o solo, y deseás conocer a alguien especial en este año, no te propongás conseguir pareja desenfrenadamente. Creo que en la soledad, podés encontrar todo lo que necesitás y hasta muchísimo más. La idea frenética de estar acompañado o andar buscando pareja, muchas veces perjudica una relación y la inhibe en odios, malos entendidos y hasta puede hacer pedazos la paz interior de cada una de las dos personas. Lo mejor que podés hacer, es dedicarle tiempo y atención a tus problemas, a tus proyectos personales, a tu estudio, a tu trabajo, a tu mascota, a tu familia, a lo que verdaderamente te gusta hacer en tiempos libres. En estas cosas encontrarás el apoyo que necesitás para ser feliz. Pero recordá que la felicidad no radica en estar o no estar con alguien, la felicidad es algo que se construye poco a poco, en silencio, no haciendo comentarios elocuentes en las redes sociales y pronosticando que no necesitás de nadie para ser feliz. Vos te necesitás a vos mismo, recordalo bien. Ahí radica el epicentro de toda tu felicidad.


2. Amá plenamente.


Si estás acompañada o acompañado, y te sentís feliz con esa persona que está con vos, dedicale los instantes más importantes, esos pequeños que marcan la diferencia. Esos momentos son los más valiosos, no lo olvidés. Amá a esa persona sin límites ni reproches, en libertad y con la disposición de un amor pleno. Decile que lo amás y que la amás todos los días. Tratá de arreglar con un beso, una caricia o un "te amo" cualquiera que sea el problema que tengan. El amor no cansa, es un alivio y un estímulo en el corazón. Muchas veces nos acostumbramos a "tener" a esa persona a la par y nos olvidamos que "tener" no es compartir o hacer proyectos juntos. Dos personas pueden "estar" juntas y no estarlo al mismo tiempo. Una relación es como un ser vivo:  Necesita alimentación, cuidado, respeto, humildad, comprensión, entendimiento, libertad y tantas otras cosas más. La idea de la felicidad en pareja, radica principalmente en la comunicación. Dos personas que no se entienden y no pueden hablar tranquilamente sobre sus problemas, son dos personas que están destinadas a fallar como pareja. El amor se basa principalmente en los metalenguajes que regularmente no vemos y no expresamos concientemente. Prestá más atención y conversá todo lo que podás hasta entender a tu pareja y hacerte entender. Personas para amar hay millones, pero si ésa es la persona que vos querés amar, entonces poné todo de tu parte y cambiá las cosas que no estén bien. Día a día, minuto a minuto, beso a beso. Disculpar, perdonar, aceptar y agradecer son de las cosas más bellas que existen. No dudés en hacerlo. 


3. Agradecele a tu país.

El amor a la patria no es sentarse dos horas a ver un partido de futbol, con cervezas, pizza y banderitas de seda. El amor a la patria no es leer todos los diarios, ver todos los noticieros, opinar en contra o a favor en todas las columnas periodísticas que se pongan enfrente sobre la situación horrorosa del país. El amor a la patria no es consumir lo nacional a costa de cualquier prejuicio. El amor a la patria no es viajar exclusivamente dentro del país. El amor a la patria no es hacerte tatuajes mayas y tomarle fotos a las ruinas como si fueran algo extravagante, exótico, imprescindible. El amor a la patria no es atestar los mercados buscando un poco de identidad en morralitos, collares, pulseras y zapatos típicos. El amor a la patria no es vivir una vida sin extranjerismos. El verdadero amor a la patria está en que seás mejor cada día y luchés, en compañía de algunos pocos o todos los que podás, por los ideales que profesás. La idea del patriotismo es una quimera loca y extraña, pero que vos podés reducir a cosas tan simples como cuidar tu entorno, ser más justo, ser menos egoísta, más comprensivo con las personas y una que otra vez, no maldecir el suelo donde vivís.


4. Explorá el arte que te rodea.

Muchas veces he dicho que vivir en un país como este, tan bellamente doloroso y tan paradójicamente atemporal, es un lujo. Acá se produce mucho del mejor arte latinoamericano: Orellana, Barrios, Recinos, Flores, Ruano, Marré, Escobar, Payeras, Juárez, Quiñónez, Galindo, Poyón, Chavajay, Tún, Asturias, de Lión, Cardoza, Carrillo, Arce, La Tona, Bohemia, Dr. Tripass, Humus Fuga, El Gordo, Ishto Juevez, Hentze, Fratti,  Sánchez, Santos, Villacinda, Barrientos, Hernández y la lista continúa. El arte guatemalteco tiene la rigurosidad de ser un arte mestizo y por lo mismo, es un arte rebelde, que está constantemente en una búsqueda de híbridos que lo hacen merecedor de muchos méritos internacionales. Pero esos méritos, a la larga, no interesan mucho. Lo que verdaderamente importa es que el arte nacional sea conocido en su propio país, poco a poco. Por eso investigá más en internet, leé las notas culturales, asistí a eventos, apoyá de la manera que querrás apoyar lo que se está produciendo actualmente. El panorama artístico guatemalteco ha crecido muchísimo. Ahora no hay excusa para decir que 'aquí no pasa nada', porque te juro, que encuentro tu dirección de correo y te lleno de invitaciones de arte todos los días.
5. Viajá más.

Si tenés el chance de viajar, hacelo, ya sea dentro o fuera del país. La idea de estar "conectado" todo el tiempo, ya es un virus del cual no nos podemos escapar y poco a poco nos está afectado hasta en las relaciones interpersonales (si no, mirá todos los clavos que el Facebook y Twitter pueden traer). Las redes sociales y nuestro trabajo, no nos permiten desconectarnos tan fácilmente. Por eso aprovechá cada fin de semana que podás para salir de donde estés. Explorá tu barrio, salí a caminar, agarrá el carro o la moto, intentá buscar algún espacio verde y pasar un poco de tiempo ahí. No hay nada como refrescar las pilas y ponerte en sintonía de nuevo. Si tus condiciones son mejores, salí de la ciudad todos los fines de semana que podás. A poco más de una hora te podés encontrar algún rinconcito nuevo, una laguna, una montaña, una playa, una cabaña, un bosque, un volcán. No necesitás de mucho. También podés invitar a personas para hacerlo más especial o para ahorrar gasolina y gastos. La idea es sencilla: Salí a conocer tu entorno (muchas veces nos conformamos con ver fotos en Internet y viajar desde nuestra pantalla, pero la idea de tirarte bajo un árbol, hacer un picnic, subir un volcán, bucear una laguna, meterte en un río, conocer a alguien, transitar otra carretera, respirar otro aire; creo que es algo que seguramente te hará crecer).


Buen viaje y a disfrutar del 2013.