Viernes 11 de julio del 2014.
La Feria Internacional del Libro ha sido
un refugio luminoso para los artesanos de la palabra. Escritores,
editores y libreros amasando esa consigna que resulta ser la literatura y
sus variantes más exquisitas. Todos reunidos en un festín inevitable y
constante que dura diez días, y que todo lo puede, y que poco lo
manifiesta, y que pocos realmente lo visibilizan.
Pero no nos pongamos negativos. La
producción editorial de los últimos años resuelve, y plantea, una
postura fascinante entre los aparatos de lectura y los esfuerzos
colosales de los empresarios del papeltinta. Tres ejemplos clarísimos y
bien agradecidos: Editorial Cultura, F&G Editores y las editoriales alternativas.
A ver, vamos por partes.
Editorial Cultura, que a través del
esfuerzo colosal de su editor Francisco Morales Santos, nos ha planteado
un panorama valiosísimo de la literatura nacional de los últimos diez o
doce años. Autores nóveles, Premios Nacionales de Literatura y autores
de la Guatemala comprometida figuran entre su fabuloso catálogo con
libros que van desde la poesía novísima hasta colecciones
imprescindibles de la narrativa breve contemporánea.
Por otro lado, F&G Editores, al
mando de Raúl Figueroa, nos brinda una delicia de títulos que atesoran
lo más apreciado y diverso del panorama literario nacional: Carolina
Escobar Sarti, Javier Mosquera, Marco Antonio Flores, Rodrigo Rey Rosa y
Gerardo Guinea son algunos de los autores que figuran en sus distintas
colecciones; haciendo de F&G, la editorial con más títulos y
propuestas entre todos los stands de FILGUA 2014. Sin lugar a dudas, la
labor que Raúl ha tenido como editor y visibilizador de la literatura
nacional es imprescindible. Se aplaude el esfuerzo.
Por último, y no menos meritorio, se
encuentran las editoriales alternativas o independientes. Acá es donde
se pone buena la cosa. La primera que me viene a la cabeza es Catafixia
Editorial, dirigida por los queridos Luis Méndez Salinas y Carmen Lucía
Alvarado, quienes se han dedicado a una labor titánica de publicar y
republicar manuscritos imprescindibles para la Guatemala lectora del
presente. Entre sus joyas: Antologías de poesía latinoamericana y libros
valiosísimos de autores contemporáneos. Con más de 60 títulos
publicados su presencia es vital en el gremio editorial, y eso ha
quedado muy claro. Inclusive, lo conversábamos hace unos días en un foro
vía Streaming que realizó Yaakun TV y Work & Feeling en línea, en
el que participé junto a Luis y Carmen (Catafixia), Mishad (Alas de
Barrilete) y Alejandro Marré, respondiendo a una serie de preguntas que
se hicieron vía redes sociales. El experimento fabuloso. Una serie de
apuntes hablados convertidos en verdades sin tiempo ni horario.
Acá les comparto en enlace: www.socialyaakun.com/tv
Esto último me trae a La Valiente, este movimiento que ha encontrado su
cauce y su mística en la integración de muchos proyectos editoriales
actuales, en los que la idea es apostarle a las minorías y al esfuerzo
colectivo de los implicados. Libros hechos a mano, revistas de diseño,
folletos poéticos con editoriales pequeñas y libros autogestionados que
se suman a este movimiento que busca una sola cosa: la lectura.
Así que si andan por FILGUA este año, no
se olviden de visitar el stand #027, que será el recinto donde las
voces más valientes de la literatura guatemalteca actual, surgan y
resurgan, planteando una posibilidad inmensa de títulos de editoriales
alternativas como Ediciones Bizarras, Alas de Barrilete, Editorial X,
Sin Tecomates, Alambique, y claro, Vueltegato Editores, el pequeño
proyecto editorial con el que he publicado más de quince títulos de
autores distintos.
¡Sean Valientes… y disfruten de este viaje que es la lectura!