jueves, 27 de diciembre de 2012

ADIÓS 2012: Te quise, pero te olvido.

"Sólo viviendo absurdamente se podría romper alguna vez este absurdo infinito". (Julio Cortázar, Rayuela, Capítulo 23)

El próximo año se cumplirá medio siglo de haber sido publicada: Rayuela, de Julio Cortázar. Una novela que nos daría largas páginas de análisis y ensayos académicos sobre su narrativa. No hay dudas que Julio nos estaba adelantando a una época de hipertextos, escritura exponencial y otros tantos mecanismos estilísticos que bien podrían adaptarse a esta era de interacción masiva, redes sociales e Internet.
La primera vez que este libro me llegó a las manos, fue alrededor de 1996. Recuerdo que estaba por salir del colegio y solía llevar mis libros dentro un morral típico, al lado de mis libretas de apuntes y uno que otro cigarro roto. Aún conservo esa edición entre mis libros. La aprecio mucho. Tiene un sin fin de anotaciones, rayones, poemas, dibujos y la pasta está totalmente despedazada. La verdad, no sé cuántas veces la habré leído, quizá cinco o más veces (de cada una de las maneras en las que se puede leer el afamado libro: Del lado de allá, Del lado de acá y De otros lados). De sus capítulos recuerdo muchas frases, muchos parajes, muchos símbolos, mucha matemática imprescindible, los personajes, el híbrido poético-narrativo, la pulsión en el corazón solitario. Lo primero que se me viene a la mente es el laberinto en el que por momentos se transforma, y termina por volverse en una especie de juego amorfo que más bien parece una maraña web, que te lanza de un rincón a otro, sin el mayor de los peligros. En pocas palabras: la cultura hipertextual de hoy en día (Ya Radiohead lo hizo magistralmente en su webpage hace más de una década, otros grandes adelantados). Esto, me hace suponer que hay novelas que de alguna extraña manera están conectadas por una delgada fibra óptica que las atraviesa sin darnos cuenta. Rayuela, es sin lugar a dudas un universo de posibilidades y una estrategia literaria para romper con los géneros y todas sus consignas. En esto, Julio estaba adelantado a su época. Rayuela es un parteaguas que cambió el panorama de la narrativa latinoamericana y la hizo añicos. Ninguno de sus contemporáneos del Boom latinoamericano lo pudo haber hecho mejor, incluyo a Márquez, Asturias, Vargas Llosa, Donoso, Fuentes o Lezama Lima.
Partiendo de esa premisa, Rayuela nos hace reflexionar, atemporalmente, sobre el futuro de la literatura actual, tomando en cuenta que vivimos en una era super veloz en la que la información está al alcance de todos y la erudición es un mito comprometido del siglo pasado, que superpone las facilidades de nuestro tiempo: El Internet.
 
Esto me hace pensar, en que hace algunos días publiqué mi nuevo libro: SPAM (Vueltegato Editores, 2012), que es una novedosa y arriesgada manera de presentar una narrativa poética, descriptiva o visceral. La idea es crear hipertextos entre la poesía y la novela, utilizando la crónica autoreferencial como punto de partida. Así, nos vamos diluyendo en una nueva manera de concebir la literatura, una especie de viaje íntimo por el autor y su época. En este caso: mis gustos musicales, mis gustos literarios, mi cotidianeidad y todo el mapa que trazo a través de las redes sociales (Twitter, Facebook, Blogger) a lo largo de seis meses. Esa intimidad, que sin lugar a dudas, me deja desnudo y con el vasto peso de la mirada del espectador encima de mis días, y mi contexto.

SPAM (1. Correo no deseado o eso que queremos borrar todo el tiempo y 2. MAPS a la inversa o todo ese mapa que dibuja mi existencia), al final de todo, es sólo un experimento y por lo mismo, no se hizo un extenso tiraje editorial de imprenta. Sólo hay 100 copias hechas a mano, de las cuales 50 ya están reservadas y vendidas, las otras 50 están en espera de reservarse para una exposición multimedia que presentaré en el 2013. La idea era hacer de cada libro un objeto, un diario, un cuaderno de autor, una pieza única. Por eso me entusiasma mucho cuando veo a alguien que todavía escribe en cuadernos, aunque haga borradores o dibujos, y aún no se haya involucrado por completo en el rigor de la escritura diaria, que es lo que hacemos ahora todo el tiempo frente a la pantalla, viendo videos en YouTube o dándole Like a las fotos de l@s novi@s/exnovi@s de nuestros "amig@s".

 
Por eso los invito a conseguir un cuaderno para este 2013 que está a la vuelta. Consigan un cuaderno cualquiera y revisítenlo cuando lo terminen, en vez de pasar todo el día revisando el Facebook. Es super recomendable, divertido, y además sano para el corazón y la cabeza. Ráyenlo, háganle anotaciones de todo tipo, escriban su día a día, anoten los tuits y estatus que postean, dibujen, peguen cosas, saquen sus demonios, jueguen, diviértanse, peleen, sufran, lloren, etc. Hagan literatura sobre el papel propio, porque el papel, es algo subestimado que poco a poco irá desapareciendo en estos tiempos de Tuits, Likes y comunicación mediática.
Disfruten escribiendo sobre cualquier cosa durante su 2013. No hay que perder el tiempo, ni mucho menos la paciencia. Adiós 2012. Bienvenido seas 2013.

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