viernes, 27 de septiembre de 2013

POLAROIDS MUSICALES 7: Los festivales de música


La semana pasada me regalaron el libro Wilderness, o más conocido en español, como Poemas perdidos de Jim Morrison. Esto me hizo buscar algunos de los pasajes más emblemáticos de No one here gets out alive –un biografía sobre Jim Morrison–, quizá, la que más me ha gustado, y además, la única que queda entre mis libros.

Mientras avanzaba páginas –con fotografías, poemas a mano, rarezas y anécdotas–, me puse a pensar en los festivales de música; sobre todo en el mítico Monterey Pop Festival de 1967 y el memorable Woodstock de 1969. Estos dos festivales, pusieron sobre la mesa varios temas, además de situar en el mapa a bandas importantísimas que años después serían recordadas por su crujir melódico sobre el escenario (Hendrix, The Who, Joe Cocker, Santana, Joan Baez, The Grateful Dead, Janis Joplin, Jefferson Airplane y otras).

Sucedía entonces el Summer of Love, la concentración hippie, la revolución sexual, la masificación cultural, la ruptura ante la opresión, la libertad de pensamiento, el desenfreno, la repulsión contra la guerra de Vietnam, el discurso de la paz, el nacimiento de la contracultura. Pero lo más hermoso de todo, es que sucedía la música, ese corazón constante y alentador, que lograba reunir por primera vez a miles y miles de personas con un solo propósito: disfrutar del deschongue sonoro.




Hoy por hoy, los festivales han ido desencantándose de posturas políticas y sociales; y reflejan, en el mayor de los casos, una apatía explícita por el caos y un apetito por la masificación comercial en la industria de la música. Es decir, el negocio. Aún así, continúan reuniendo –a veces hasta por diez días–, a miles y miles de personas de manera gratuita o pagada. Los hay de todo tipo, género y presupuesto: Glastonbury, Leeds, Coachella, Lollapalooza, Sziget, T in the Park, Iceland Airwaves, Falls Music, SXSW, Primavera Sound, Sónar, Ultra Music, Hellfest, Download, FIB, JazzFest, Pinkpop, Montreux Jazz, Roskilde, Bonnaroo, Sonorama, Fuji Rock, Rock en Seine, Super Rock, Tomorrowland, Creamfields, Pepsi Music, Quilmes Rock, Maquinaria, Rock in Rio, Imperial, Vive Latino, Corona Capital y la lista se extiende a todos los confines del planeta; inclusive a Colombia, un país dolido por la guerra y que realiza el mayor concierto gratuito de toda América Latina: Rock al Parque. Una belleza de ejemplo.


Alguien preguntará, “¿y los conciertos en Guatemala?“

Le respondo sin el mayor afecto: “Los festivales que se hacen acá no dan la talla, ni para hablar al respecto”. Pero bueno, sumidos en ese convencionalismo parco de organizar festivales “poco atractivos” y bastante tediosos como los que se organizan; ha pasado algo bastante interesante, que ha sido aceptar e interactuar con el panorama de la música local (ya que no hay presupuesto para festivales masivos con artistas internacionales, o talvez sí, pero no el interés ni la intención).

Todo esto, permite que algunos “soñadores” logren su cometido: Festivales dignos, con el mejor abanico de la música actual, pero sobre todas las cosas, festivales hechos con el corazón y con la intención de apoyar al artista local; intentando unificar las artes visuales con la música y otras disciplinas. Algunos ejemplos: Manifestarte, Rock Bajo El Arco, ZOM, SMA, Grungefest y la lista se nos queda corta. Estos intentos por establecer conexiones latentes y perennes, ha llevado a varios músicos y organizadores, a experimentar con festivales intimistas poco ambiciosos, sobre todo meritorios. Muy meritorios.

Cuando escribo esto, pienso en Festival Eucalipto. Una celebración a la música despojada de lo tradicional, que sin ningún patrocinio ni apoyo de instituciones “pesadas”, ha logrado consolidar a un grupo de melómanos concientes de nuestra realidad musical y de nuestra industria productora desde hace más de seis años.

Entre la lista de músicos participantes del festival –a través de sus distintas presentaciones, ya que ha variado en formato y locación–, se encuentra un buen listado de músicos del panorama actual: Dubvolution, Ishto Juevez, El Gordo, Pat’za, Alex Hentze, Señor Juan, Tiananmen, Cósmica, Woodser, FRAAEK, Los Remolacha Beats, Two Miles From Shore, Dubby Dub Selector, Xb’alanke, Naik Madera, Madam Fun Too, Satélite, entre otros.





En su edición de este año, el festival incluye la participación de: Yvan Joint, Dr. Tripass, MOZ y MnCve; cuatro propuestas distintas para darle énfasis a la diversidad del festival. Así que ya saben. Dense la vuelta por la Alianza Francesa y celebremos la música juntos. La cita es mañana sábado a partir de las 7 de la noche. No hay excusa.


NOTA FINAL: He ido a muy pocos festivales (internacionales). Me gusta más la idea de ir a escuchar una banda en específico, aunque pensándolo bien, podría hacer un listado de diez bandas que me gustaría ver en un un solo festival al aire libre. Estas serían las bandas:


Björk
Leonard Cohen
Apparat
James Blake
The Flaming Lips
Arcade Fire
The National
Arctic Monkeys
The Strokes
Radiohead


Hagan su lista y soñemos juntos.




Columna quincenal publicada en Esquisses.

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