lunes, 19 de mayo de 2014

TRES LIBROS VINTAGE

Nota publicada en revista Catálogo para la vida, número 21.
Mayo del 2014.





Quien lee sabe que todo libro es un objeto de deseo. Un objeto de valor inconmensurable que otorga muchas satisfacciones, sobre todo una: EL SOBERANO VIAJE. Hablo de un «viaje exclusivo» –y alucinado– para el lector, que está dispuesto a soportar el trance exquisito de deshojar temporalidades y detener la vida, mientras todo y nada, suceden dentro de esa burbuja en la que nos sumerge la lectura a cuentagotas.

En el sentido más pragmático, un libro es una especie de tesoro que perdurará en nosotros por siempre, sin importar cuantos años hayan pasado de su publicación o su lectura. En cada una de sus páginas –desde la portada hasta el índice o viceversa–, una especie de ciencia incierta nos acompaña y nos transporta a los mejores estados de la conciencia e inconsciencia. Todo en su proceso es delicia y aprendizaje. 

En sí, todo libro es escuela y un regalo para días mejores.


Por eso me animo a registrar tres títulos, que sin duda, serán el mejor regalo para un futuro abrumado por las tablets y las lecturas digitales. Un futuro en el que los términos «vintage», «retro», «antigüedad» o «relicario» hayan desaparecido por completo, y la era de la palabra (Twitter, Facebook, Wordpress) nos haya resquebrajado hasta el vacío. Tres títulos que podrán buscar en cualquier momento, y mejor aún, conseguir en ediciones impresas. Porque, ¿qué seríamos sin ese olor a otro tiempo, a otra dimensión, a otra era?



CRÓNICAS MARCIANAS de Ray Bradbury.

A quien le gusta pensar que algún día viviremos en Marte, reflexione detenidamente esto: Bradbury lo escribió hace más de sesenta años, y la era que estamos viviendo ahora, es la ambientación cronológica del libro (1999–2026). Publicado originalmente en el año 1950, The martian chronicles narra la conquista de los humanos en Marte y toda la barbarie, la emoción, la autodestrucción y el vacío. A través de veintiséis cuentos fascinantes –que hilvanan cronológicamente la llegada, la conquista y la pérdida de la condición humana–, Bradbury nos envuelve en la mejor historia de ciencia ficción contada por el hombre; en la que robots, naves espaciales, guerras nucleares, enfermedades y la naturaleza misma, hacen que el entorno futurista pueda ser el de una época cualquiera.




RAYUELA de Julio Cortázar

Cortázar nunca pasará de moda. Cada libro del argentino, es la pieza de un rompecabezas que se estira y condensa hasta llegar a los laberintos de Rayuela, publicada por primera vez en 1963 y celebrada en un sinnúmero de ediciones posteriores, incluyendo la edición conmemorativa de 50 años, publicada el año pasado. En esta novela, el tiempo parece detenerse entre un Buenos Aires solemne y un París pletórico. Cada capítulo es la amalgama de delirios contenidos, un mapa convexo de datos útiles e inútiles y un océano de información que extasía a cualquiera. Tenerla impresa es un «must» que merece rayarse, tacharse, anotarse y dejar un poco de uno mismo en las más de 500 páginas que la contienen. La historia de La Maga, Horacio, Traveler, Talita y tantos otros personajes; es de las más emblemáticas en lengua castellana. Cortázar es en Rayuela, lo que el Internet nos ha enseñado con la hipertextualidad.




EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO de J.D. Salinger

Holden, el personaje principal de The Catcher in the rye, como se titula en inglés, es la imagen obsesiva de la rebelión y la búsqueda. Todo en este personaje, es subversión y perspicacia. Desde 1951, cuando fue publicada la novela, un halo misterioso de prohibición y morbo ha ido alimentando su condición de «libro faro». En pocas palabras, su historia merece ser leída, pues, por un ojo descategorizado del sufrimiento y liberado de las cauces que conducen a repeler la realidad tal como es. Si bien la historia fluye en un Nueva York desolado y taciturno, esto nos puede provocar una ensoñación vagabunda digna de cualquier metrópolis. Su gracia, radica en que rompe los paradigmas de la geografía y el tiempo. He aquí su universalidad y su encanto. Cualquier edición en inglés, merece ser leída más que en español, donde pierde, un poco de autenticidad y poética que Sallinger le añadió sin darse cuenta.




Dicho esto, es tiempo de que dejen sus tablets y sus computadoras a un lado. Es momento de volver al papel y a la tinta, como en un futuro feliz (vintage), lleno de polillas y servilletas como separadores.

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